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Ríos de Agua Viva

Francisco García

Publicado 03/07/2021

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Donde te encuentres da un vistazo a lo que te rodea, observa la naturaleza que hay, si tienes la oportunidad de vivir cerca del campo y encontrarte con fuentes naturales de agua, es una maravilla ver eso. Los que viven en la ciudad es muy probable que no cuenten con esa bendición, aunque si hay varias ciudades que tienen ríos cerca o dentro de ellas.
 
Aquí cerca de donde estoy escribiendo hay un río, pero lastimosamente se ha convertido en un río que lleva agua del pueblo y de algunas industrias cercana, aún no es de aguas negras, pero creo que si nuestra situación no cambia, algún día lo será. ¡Es muy preocupante!
 
Pero tratemos de imaginar un río cristalino, que tiene peces y una gran variedad de fauna y mantiene a la flora cercana al mismo.
 
En cierta ocasión Jesús estaba enseñando (en gran parte de su ministerio fue la enseñanza) e hizo esta declaración “Si alguno tiene sed venga a mi y beba”, este tipo de declaraciones son algo complejas, porque a menos que te encuentres con Jesús y el este cerca de un pozo, puede cobrar sentido las palabras viéndolo desde un punto material.
 
Jesús en ese momento estaba en la ciudad, pero les estaba haciendo una invitación a los oyentes que creo que no deberían rechazar, lo más sorprendente es la siguiente parte de la declaración.
 
“Del interior del que cree en mí, correrán ríos de agua viva”, nuevamente viendo desde el punto de vista humano, como podemos acercarnos a alguien que no tiene agua y que a su vez nos llenemos con esa agua y se conviertan en manantiales que fluyan desde nosotros. ¿Parece imposible?
 
Veamos este asunto con ojos espirituales, como les hacia la referencia una gran parte del ministerio de Cristo fue la enseñanza, por ese motivo las palabras de Cristo llegan a ser agua, agua que refrigera, que hidrata, que refresca que sacia. ¡Si!
 
Cuando estamos en situaciones angustiosas o difíciles para nosotros, las promesas que encontramos en la palabra de Dios, son las que nos van dar ese refrigerio en este momento que estamos pasando.
 
No se si has sentido como que andas en un desierto y no encuentras nada de agua, nada con que puedas recobrar animo, nada para seguir, en esos momentos es bueno recordar las promesas, una de mis favoritas es Isaías 41:10 que dice:

 
“No tengas miedo, que yo estoy contigo; no te desanimes, que yo soy tu Dios. Yo soy quien te da fuerzas, y siempre te ayudaré; siempre te sostendré con mi justiciera mano derecha”

 
Me gusta, porque inicia con esa frase “No tengas miedo”, es muy fácil tener miedo bajo cualquier circunstancia difícil, nueva o desafiante, pero lo importante es es vencer el miedo y vencer cualquier dificultad, esa es la meta.  
 
¿Cómo podemos lograrlo? Es una mezcla de esfuerzo humano y fe en Dios, esa confianza que te motiva a lograr vencer los grandes desafíos de la vida, pero esa confianza no es propia, sino que viene de oír las promesas de Cristo, así como dice Romanos 10:17 que la fe vine por el oír la palabra de  Dios.
 
Allí es donde nos saciamos, donde podemos beber, de esa fuente inagotable de sabiduría la cual esta a nuestro alcance todos los días. Cuando nos llenamos de esa agua, podemos experimentar cambios en nuestra vida y ser una extensión de ese manantial para otros y así mientras más ramas se unan a ese caudal más territorio se puede cubrir.
 
Como les comentaba, ese río que esta cerca de mi casa, según cuentan las personas de mayor edad, en su tiempo de jóvenes era un río de aguas claras, pero con el tiempo, con la basura, la contaminación generada por las industrias cercanas, fue perdiendo su claridad hasta convertirse en una río que aún le queda algo de vida, pero lo que lleva es basura, mal olor.
 
Si nos dejamos vencer por el mal, si nos dejamos engullir por los problemas de la vida, también nosotros podemos pasar de ser ríos de agua viva a ríos de agua muerta.
 
¿Cómo esta tu relación con Dios? Te invito a reflexionar sobre tu vida, si tienes una relación saludable, comunicación diaria, compartes con otros, sigue así, pero si no lo estas haciendo, aún no es tarde, te invito a que puedas iniciar esa relación que te llenará de agua viva. ¡Prueba con Jesús!  

 


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