Cuan maravillosa frase, dada cientos de años antes que sucediera ese maravilloso nacimiento. Cuantos niños nacen ahora, se cuentan cientos o miles que nacen por día.
Pero ¿Por qué es tan maravillosa? Realmente Isaías (Isaías 9:6-7), estaba profetizando un nacimiento que iba a impactar el mundo y que aún está impactando.
En estas fechas de fin de año, todos estamos inmersos en las actividades de fin de año, celebrando con los amigos, familia, compañeros, etc.
Y parece ser un buen momento para detenernos y pensar en la navidad, no vamos a enfocarnos si es bueno o no celebrar, ya que haciendo una búsqueda, podemos encontrar mucha información al respecto.
Quiero que pienses que lo emocionante como describe a ese niño que iba a nacer, Admirable, Consejero, Príncipe de Paz, al escuchar esto nos debemos de preguntar ¿Por qué es tan importante el niño?
Realmente el profeta Isaías no está describiendo a un príncipe que nacerá para gobernar al pueblo escogido, sino que está describiendo al mismísimo hijo de Dios, o sea a Jesús mismo.
Por consiguiente debemos de regocijarnos en ese nacimiento de ese niño, porque como dice el evangelio según Mateo (Mateo 1:21) este niño sería llamado Jesús, porque salvaría a su pueblo de los pecados.
Allí es donde entramos nosotros también en el gozo de la navidad, no por los regalos, por las fiestas, por las comidas, sino porque recordamos el nacimiento de nuestro Salvador.
Si nuestro Salvador, ya que nosotros nos encontramos alejados de Dios, por causa de nuestros pecados (Isaías 59:2), por eso el nacimiento de Jesús, es tan importante para nosotros hoy en día que debería ser un motivo para sentirnos dichosos.
Al nacer Jesús en la tierra, pudo cumplir con la misión que tenía, dar la vida por todos nosotros, ya que con su muerte nosotros tenemos vida y vida eterna.
Por eso en estas fechas tan especiales, detente a reflexionar sobre ese nacimiento, al momento de escribir estas líneas, estoy pensando en que se aproxima el cumpleaños de mi primer hijo, cuanta alegría trajo a nuestro hogar nuestro pequeño bebe. Ahora imagínate esa pareja que viajo desde Nazaret hacia Belén aquella noche, sabemos que la fecha en que se celebra la navidad no es la correcta, pero eso no nos impide alegrarnos porque ¡Un hijo nos ha nacido!
Es tiempo de entregar tu vida a Dios, y hacer un espacio para Jesús quien nació, vivió y murió por cada uno de nosotros. Que Dios te bendiga.