Como te sentirás si llegas a un lugar donde sabes que te esperan pero nadie o muy pocos te reciben.
(Juan 1:11 RV1960x) A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
Desde mucho tiempo antes, de que todo fuera, se había planificado un hecho que cambiaría el destino del mundo.
A causa de la desobediencia de Adán y Eva, se necesitaba de un Salvador, la relación con Dios se había quebrantado, por tal motivo, Jesús, tenía que venir a la tierra, para reparar la relación que se había dañado en el jardín del Edén.
En la actualidad hay muchas corrientes, ideologías, religiones, creencias, y nos vemos bombardeados por todos lados con una gran cantidad de información que fluye en todas direcciones.
Te invito a que detengas por un momento y pienses en estas líneas.
Estamos todos bajo la sombra del pecado, el texto dice «por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios», ¿Te das cuenta? Dice que todos, ese todos te incluye tanto a ti y como a mí. Eso viene desde el jardín del Edén.
Pero como Dios sabía que se iba a dar esa caída, se proveyó de una solución a este problema.
Y la solución fue y es el sacrificio de Cristo.
Desde mucho tiempo atrás, se había profetizado, que vendría un Salvador.
Muchos pensaron que el Salvador venía para libertarlos de la opresión romana, bajo el contexto de lo que vivía el pueblo judío. A su tiempo, el Mesías prometido, vendría.
Ese pueblo, esperaba un guerrero, por consiguiente no le recibieron en su momento. Porque el Mesías que vieron no tenía lo que ellos querían.
Los profetas lo había proclamado mucho tiempo antes de su nacimiento, que el vendría, pero unos cuantos le esperaban.
Y los que le recibieron se les dio el privilegio de ser llamados hijos de Dios.
¿Sabes algo? También los profetas anunciaron su segundo advenimiento, y la historia se vuelve a repetir a pesar de saber que Jesús viene por segunda vez, muy pocos están dispuestos a recibirlo, como en la época del pueblo judío, muy pocos se están preparando para recibir a Jesús.
Ahora el llamado y la invitación para nosotros, ¿estás dispuesto a recibirlo? recordemos que todo el que lo reciba, le será dada la potestad de ser llamado hijo de Dios.
(Juan 1:12 RV1960x) Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
Te invito a que en oración, le pidas a Dios, que estás dispuesto a recibir a Jesús.